Los trabajos en viña siempre tendrán un resultado impredecible, solo nos queda hacerlos con cariño y nuestro mejor entender, con la esperanza de recolectar el mejor fruto, la Uva Sana.
Otoño después de vendimia la vid aún con hojas, recupera fuerza y no pierde las hojas rápidamente, se puede ir “a la rebusca”: recoger los pequeños racimos olvidados o zarcillos; a finales las ovejas hacen su trabajo eliminando hierva y abonando la tierra.
Invierno cuando la vid esta parada es tiempo de poda y desarmentar (recoger los sarmientos) para picarlos, hacer adornos de Navidad o utilizarlos para brasas. Abonar la tierra preparándola para la nueva campaña, arar y/o desbrozar para eliminar la hierva. A finales la tierra se calienta activando las raíces, la vid sale de su letargo de invierno, enviando sabia a los brazos y se observan unas gotas en los cortes realizados en la poda esto es el lloro de la vid.
Primavera: La vid llora, brota y florece. Gracias a las reservas en las raíces y tronco, las yemas se hinchan y desarrollan, brotan los nuevos sarmientos, hojas y frutos. Tiempo de arar y descubrir (limpiar alrededor de la cepa con azada). Se ven los racimos y la planta crecer a diario.
Verano, la época del año que más se aprecia el trabajo de todo el año, cuando se ven los racimos que producen, como se llenan e hinchan y finalmente como maduran. Cuando por fin se aprecia el sabor de la uva por su terreno y los cuidados de todo el año.
Y llegó VENDIMIA!!! Entre mediados de septiembre y octubre llega lo que siempre tenemos ganas y para lo que trabajamos la tierra durante todo el año.
Con algo de nerviosismo todos los trabajadores pendientes de ese primer día de recolección, de cómo ha llegado la uva a la bodega y como ha salido el mosto.
Es una mezcla de alegría, nervios y locura, por muchos años que pasen la vendimia siempre es el no saber e incertidumbre.
Es cuidar al máximo ese fruto preciado, la uva para comenzar la elaboración de un buen vino.
La agricultura es la profesión propia del sabio, la más adecuada al sencillo y la ocupación más digna para todo hombre libre.
Cicerón.
Y llegó VENDIMIA!!
/en NovedadesLos trabajos en viña siempre tendrán un resultado impredecible, solo nos queda hacerlos con cariño y nuestro mejor entender, con la esperanza de recolectar el mejor fruto, la Uva Sana.
Otoño después de vendimia la vid aún con hojas, recupera fuerza y no pierde las hojas rápidamente, se puede ir “a la rebusca”: recoger los pequeños racimos olvidados o zarcillos; a finales las ovejas hacen su trabajo eliminando hierva y abonando la tierra.
Invierno cuando la vid esta parada es tiempo de poda y desarmentar (recoger los sarmientos) para picarlos, hacer adornos de Navidad o utilizarlos para brasas. Abonar la tierra preparándola para la nueva campaña, arar y/o desbrozar para eliminar la hierva. A finales la tierra se calienta activando las raíces, la vid sale de su letargo de invierno, enviando sabia a los brazos y se observan unas gotas en los cortes realizados en la poda esto es el lloro de la vid.
Primavera: La vid llora, brota y florece. Gracias a las reservas en las raíces y tronco, las yemas se hinchan y desarrollan, brotan los nuevos sarmientos, hojas y frutos. Tiempo de arar y descubrir (limpiar alrededor de la cepa con azada). Se ven los racimos y la planta crecer a diario.
Verano, la época del año que más se aprecia el trabajo de todo el año, cuando se ven los racimos que producen, como se llenan e hinchan y finalmente como maduran. Cuando por fin se aprecia el sabor de la uva por su terreno y los cuidados de todo el año.
Y llegó VENDIMIA!!! Entre mediados de septiembre y octubre llega lo que siempre tenemos ganas y para lo que trabajamos la tierra durante todo el año.
Con algo de nerviosismo todos los trabajadores pendientes de ese primer día de recolección, de cómo ha llegado la uva a la bodega y como ha salido el mosto.
Es una mezcla de alegría, nervios y locura, por muchos años que pasen la vendimia siempre es el no saber e incertidumbre.
Es cuidar al máximo ese fruto preciado, la uva para comenzar la elaboración de un buen vino.
La agricultura es la profesión propia del sabio, la más adecuada al sencillo y la ocupación más digna para todo hombre libre.
Cicerón.
Y a ti ¿Qué vino te gusta más?
/en Novedades, VinosCreo que es la frase que más escucho estando en el despacho de bodega o por teléfono, cuando contesto no se si se quedan decepcionados, asombrados o siguen indecisos la verdad.
Por que yo siempre contesto lo mismo: ¡¡Pues depende del momento!! A mi me gustan todos los que elaboramos y además me gusta probar los de otras zonas para conocer tipos, sabores y características diferentes.
Si estoy con los amigos en el bar, pues un Pálido 2 Años si prefiero joven; Séneca, Nevado o Pálido Sierra Morena si me apetece saborearlo tranquilamente, acompañado de alguna tapa y si tomo caldo o sopa una cucharada en el plato le sienta genial.
Y nuestros vinos Dorado (vino Recio) para tomarse una copa tranquilamente con un aperitivo el Guadiato por ejemplo y si se presenta la sobre-mesa larga pues un Abuelo o Dorado Sierra Morena sin prisas, por supuesto sin olvidar que son el mejor condimento para los guisos, sofritos y venado en salsa.
Nuestros dulces Corchaito y Abocado Roble Viejo sirven tanto para aperitivos solos o con almendras “que es un vicio” , como para los postres acompañando a los roscos o perrunas; no puede faltar en la matanza o si se va a comer unas migas con los amigos.
Según dicen ¡¡en la variedad está el gusto!! A mi me encanta tomar unos y otros de diferentes formas solos o acompañando la comida y al ser vinos que no cambian ni desvirtúan el sabor de la comida, se pueden compaginar sin problemas, siempre en su justa medida 😉
“El vino es la más saludable e higiénica de las bebidas.” Louis Pasteur (Químico y bacteriólogo)
¡¡Pues claro, si tenemos el mejor Vino!!
/en Novedades, PremiosEn la bodega tenemos diferentes utensilios de trabajo antiguos, que ya son parte del decorado, frases escritas como dedicatorias por los clientes y diplomas otorgados a nuestros vinos.
Hace un tiempo puse además una vitrina con los premios internacionales obtenidos y algunos reconocimientos especiales. Las personas que nos visitan se sorprenden al ver la variedad, importancia y diversidad de países de estos premios.
Una visita curioseando esta vitrina preguntó y mostró su asombro, delante de otros antiguos clientes y estos sin dudar, respondieron:
Y así es como vemos a nuestros clientes, que son amigos, repiten, sienten el vino como suyo y aunque pasen los años, se acuerdan de aquel vino que probaron y se llevan una alegría cuando comprueban que aún lo pueden catar y sigue siendo el mismo.
Para nosotros el mayor reconocimiento nos lo dan los clientes, los mismos que sienten el vino como suyo, los que pasan a diario, los que llegan de visita, los que visitan a la familia y de paso la bodega, los que entran por primera vez y al probarlo dicen “Esto Sí es Vino”.
¿Quiere una copa?
/en Novedades, Sin categorizarComienzo esta sección presentándome, para que sepan quién es la persona que escribe e intenta trasladar quienes somos, vivimos y como trabajamos.
Me llamo María del Carmen, conocida en la bodega por clientes, paisanos, amigos,.. como Carmen, “la chica” o “la niña”.
Desde que tengo memoria el sitio donde siempre estábamos toda la familia (abuelo, padres, hermano,…) a diario era la bodega, tanto que si los vecinos nos veían a mi hermano o a mi desde pequeños andar solos por la calle, ya sabían hacía donde nos dirigíamos: la bodega, a ver que hacía el abuelo o echar una mano a papá y Manolo “el chofer”.
Así para mi familia este negocio es más una parte de nuestra vida, un lugar al que vamos siempre con ganas de hacer lo más nos gusta, con ganas de aprender algo nuevo o mejorar lo que tenemos, …. Por supuesto no deja de ser un negocio y tenemos que vivir pagando nuestras facturas, como todo el mundo; eso no impide que si tenemos que PRODUCIR VINO lo hagamos poniendo lo mejor de nosotros: LA VIDA.
Espero perdonen mi escritura simple y directa, a cambio les ofrezco la realidad de nuestra historia; para ello nada mejor que empezar con la frase que siempre decía mi abuelo Rafael cuando alguien entraba a la bodega ….¿Quiere una copa?
Carmen G. C.